jueves, 19 de noviembre de 2015

MANIFIESTO DE LA PLATAFORMA CONTRA LA INCINERADORA DE BIOMASA

Instalar en Monzón una incineradora de biomasa tiene un precio. ¿A costa de nuestra salud?
Existen suficientes fundamentos científicos que demuestran que la contaminación atmosférica afecta de manera muy seria a la salud de las personas.  También está perfectamente claro que esta contaminación atmosférica es fruto de la acción del hombre.  En particular, en Monzón, el grave deterioro de la calidad del aire que respiramos es debido fundamentalmente a las emisiones a la atmósfera de las industrias ubicadas en las puertas de la ciudad.
La mala calidad del aire que respiramos afecta a todas las personas, pero en especial a la población más sensible: ancianos, niños y personas con afecciones respiratorias.
La incineradora de biomasa que pretende instalarse se situaría a tan solo 600 metros de las viviendas del casco urbano de Monzón, y quemaría 51000 kilos de madera a la hora durante 11 meses al año.
La quema de esta ingente cantidad de madera generaría emisiones de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, partículas en suspensión y sustancias peligrosas como las dioxinas, los furanos y los benzopirenos, clasificados por la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) en el grupo 1, cancerígeno para los humanos, que serían emitidos al aire por una chimenea de 60 metros de alto, que dispersaría los contaminantes por una amplia zona. 
El problema es especialmente grave en lo referente a la emisión de partículas en suspensión.  En un informe del CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas), este organismo advierte de que en Monzón, los niveles de partículas en suspensión “se encuentran en el límite superior”, con lo que sobrepasan en muchas ocasiones los límites legales permitidos.  Por ello, para no superar todavía más dichos límites y no empeorar drásticamente la calidad del aire en Monzón, no se debe autorizar la instalación de nuevos focos de este tipo de contaminantes. 
Se trata por tanto de un proyecto que por su naturaleza y emplazamiento supondría un perjuicio importante para la calidad del aire y por tanto para la calidad de vida y salud de los montisonenses y habitantes de poblaciones cercanas.
Es además un proyecto que tendría un dudoso beneficio social para la población de la zona.  Todos queremos la creación de puestos de trabajo, pero no a cualquier precio y desde luego no a costa de empeorar la calidad de vida y la salud de la población.
Hay que tener en cuenta además el grave impacto paisajístico que dicha empresa ocasionaría.  Con su chimenea de 60 metros de altura y su caldera de 47 metros, esta empresa se convertiría en la nueva referencia visual de Monzón.  Un Monzón que nos gustaría fuera cada vez más acogedor, turístico y atractivo para todos los que ahí viven y lo visitan.
Para afrontar esta lucha hace falta una acción social y política clara, urgente y transformadora. Esto sólo se conseguirá con una ciudadanía consciente de los problemas y de las soluciones, una ciudadanía exigente y movilizada.
Por todo ello, llamamos a participar y apoyar las distintas campañas y movilizaciones que desde la plataforma NO A LA INCINERADORA DE MONZÓN se van a llevar a cabo.

DIRECCIÓN CORREO:  incineradoraenmonzonno@gmail.com








Video /Cómic   https://youtu.be/0QZN4pzBfwo

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